Ambos diseñados por Joan Martorell bajo el encargo del I Marqués de Comillas, el empresario indiano Don Antonio López López. El conjunto monumental de Palacio y Capilla-Panteón es una auténtica joya arquitectónica de estilo neogótico y estética modernista por su carácter integrador de todas las artes.
El Palacio fue realizado con posterioridad a la Capilla-Panteón y fue ideado como residencia de verano del Marqués y la Familia Real. Las obras comienzan en 1882 y el edifico es inaugurado años después de la muerte del I Marqués. En la actualidad la visita al Palacio es guiada y tiene lugar por las principales estancias de la casa mostrándose la sala del billar, el comedor, la sala del trono, la biblioteca y el museo del II Marqués. Todas ellas situadas en la primera planta. Destacan los materiales nobles utilizados paras su construcción como las tarimas de los suelos, de roble y ébano o las puertas de nogal. La majestuosa escalera de alabastro del vestíbulo, con doble tiro e iluminación cenital a través de una claraboya de vidrieras polícromas y las chimeneas diseñadas por Cristóbal Cascante.
Pero sin duda, la sala más decorada es el salón central o del trono. Debe destacarse su artesonado y las paredes, decoradas con pan de oro. Las vidrieras de esta sala fueron realizadas en los talleres de Eudald Amigó y son de gran belleza y colorido. Las pinturas murales fueron realizadas por Llorens i Masdeu y narran los acontecimientos más significativos del marquesado. Los cuatro temas fueron elegidos por el II Marqués y son la inauguración del Seminario de Comillas en 1887 por éste último, la bendición de la Capilla-Panteón en 1881, la gran Revista Naval ofrecida en el Puerto de Comillas durante la visita regia de 1881, donde aparecen los retratos de la familia del I Marqués junto a la Familia Real y el embarque en el puerto de Barcelona, el 24 de marzo de 1869, de los voluntarios catalanes en el vapor “España”, cedido por la Compañía A. Lopez y Cía como apoyo del I Marqués al rey en la guerra contra Cuba.