El antiguo seminario mayor y antigua sede de la Universidad Pontificia de Comillas, conjunto declarado Bien de Interés Cultural en 1985, surge como iniciativa privada del I Marqués de Comillas en 1881. Antonio López López, nacido en esta localidad cántabra en 1817, emigra a los 14 años a Cuba, donde se forja como un próspero hombre de negocios. Con 38 años vuelve a España y fija su residencia habitual y sede social de sus negocios en Barcelona, pero, como buen indiano, invierte parte de su riqueza en su localidad natal, donde manda construir en edificios emblemáticos como el Palacio de Sobrellano, su residencia de verano; la capilla, que alberga el panteón familiar, y esta universidad que ofrece a la Compañía de Jesús, obras todas ellas que llevan la firma del afamado arquitecto Joan Martorell.
Martorell diseñó un edificio de estilo neogótico-mudéjar y situó en el centro el vestíbulo de acceso, el Paraninfo, la iglesia pública e iglesia privada, mientras que en los laterales colocó dos claustros ajardinados para albergar el patio de la comunidad y las aulas, respectivamente.
En 1889 el arquitecto Doménech y Montaner se hace cargo de las obras del edificio, potenciando la decoración y el repertorio iconográfico modernista. El 16 de diciembre de 1890, el Papa León XIII funda el Seminario Pontificio de Comilla y le concede la facultad de conferir licenciaturas y doctorados académicos. El seminario fue inaugurado en 1892, como se puede leer en la fachada sur del edificio, sobre la Puerta de las Virtudes. En 1968 la Compañía de Jesús decide trasladar la universidad a Madrid y abandonar las instalaciones de Comillas, salida que se produce definitivamente en 1974.
El edificio permaneció en desuso durante varias décadas hasta que el Gobierno de Cantabria decide promover allí el proyecto de la Fundación Comillas para la enseñanza del español.
La Universidad Pontificia ofrece visitas guiadas en su interior. El acceso andando y en bici es gratuito. Es un lugar que ofrece unas vistas panorámicas de todo Comillas.